En un hospital de Madrid nació un niño corriente, llamado
“Aarón”, de ojos verdes, y pelo castaño; su padre , era moreno con ojos verdes y era un abogado de gran prestigio en Madrid, y su madre era castaña con ojos azules y era secretaria de una gran empresa.
En un universo paralelo de la Tierra, en un reino lejano,
nació una princesa llamada Coral hija, de los reyes de Dulcinaria; su padre
Celso y su madre Cristal querían mucho a su hija, pero meses después de nacer
esta, hubo una gran guerra.
Genoveva, una bruja malvada que odiaba a las hadas,
consiguió poderes oscuros, y invadió los reinos vecinos.
Los reyes de Dulcinaria pidieron consejo al Oráculo, este
les dijo que la única manera de detener a Genoveva, era mandar a su hija a La
Tierra, en busca del El Elegido, El Elegido tendría la capacidad de derrotar a
Genoveva y devolver la paz al reino.
En ese momento, hubo un resplandor en el cuello de Coral, y
le apareció una marca, la cual le ayudaría a encontrar al elegido.
Los reyes se asustaron, pues no querían que le pasara nada a
su hija, pero al final cedieron por el bien de su reino.
Estos niños crecieron, sin saber
nada el uno del otro, sin saber que luego sus destinos se cruzarían y de que manera. Aarón iba al
instituto como todos los niños mientras que Coral desarrollo sus poderes de hada, esperando el momento en el que
sus padres la creyeran suficientemente cualificada para ir a La Tierra.
Un día a mediados de junio, sus
padres la hicieron llamar, ella tardo varios días en verles, pues para que
nadie la hiciera daño la habían escondido en el bosque de Las Flores, un bosque
en el cual nadie entraba por miedo a perderse, solo lo conocían dos personas,
el rey y su leal consejero Fausto. Coral fue animada a ver a sus padres, pues
hacía meses que no les veía pues según ellos corría peligro yendo a la corte,
pues Genoveva tenia espías infiltrados dentro de palacio.
-
Hola, Coral, entra, siéntate, tu madre y yo tenemos que comunicarte algo- dijo Celso,
al ver a Coral en el vestíbulo.
-
Hola padre- dijo Coral haciendo una reverencia y sentándose en
frente de sus padres.
-
Coral, tu padre y yo hemos decidido que es hora de que partas
hacia La Tierra, que cumplas la profecía y que encuentres al elegido- dijo
Cristal con lagrimas en los ojos, pues ella era no quería que Coral se fuera de
Dulcinaria.
-
Vale, estoy preparada, madre, padre, se lo importante que es
para el reino que tenga éxito en la misión; partiré en cuando me digáis- dijo
Coral algo entusiasmada y conmovida por la noticia que le acababan de dar.
-
Bien, mañana abriré el portal y tu y Fausto iréis a La
Tierra- dijo Celso; Coral asintió, salió de la sala y se dirigió a su cuarto.
Coral apenas pudo pegar ojo
aquella noche, pues quería ver como era La Tierra.
Se acercó el amanecer cuando se
durmió por fin; varias horas después Celso la despertó para se preparara para
partir.
A la salida del segundo de los soles,
Coral ya estaba lista para partir, llamó a la puerta de el despacho de su padre
y juntos se dirigieron al patio de atrás del castillo, pues allí nadie les
vería abrir el portal.
Celso abrió el portal y Coral y
Fausto pasaron a través suyo.
Aarón, se despertó sobresaltado,
había tenido una pesadilla, se duchó se vistió como todos los días de verano,
dispuesto a ir a dar un paseo por la Castellana para relajarse antes de empezar
a estudiar para el curso siguiente, pues aunque no le había quedado ninguna quería
repasar y adelantar para el curso próximo, en mitad de La Castellana, saco su
Blackberry y se puso los cascos para oír algo de música, para empezar bien la
mañana, fue mirando la lista de las canciones y se detuvo en la de Pan y
Mantequilla de Efecto Pasillo, una canción que le gustaba mucho, le dio al Play
y la fue tarareando mientras se dirigía de nuevo a casa, cuando estaba a una
calle de su casa vio a una chica rubia con ojos azules muy guapa.
Aarón continuo hasta su casa y
hizo como si no hubiera pasado nada.
Los días transcurrieron muy
rápidos para Aarón, estudiando y saliendo por ahí con Félix y Otón dos chicos
de su edad que conocía desde la infancia.
Quedaban apenas unos días para
empezar el instituto cuando volvió a ver a aquella chica, estaba en una
librería mirando los libros que necesitaba cuando entro ella, con una camiseta
azul a juego con sus ojos y uno pantalón vaquero cortos se dirigió al mostrador
y compro unos libros que tenia encargados, e igual que entro salió sin
detenerse a mirar nada.
Coral desde su llegada llevaba todo el verano preparándose para ir al
instituto como cualquier humana normal, Fausto la había enseñado y educado
desde pequeña, para que en su estancia en La Tierra no tuviera ningún problema
con sus costumbres y hábitos, pero aun así había cosas que Fausto no había
podido enseñarle así que tuvieron que estar todo el verano con libros de texto
de tercero de la Eso para que Coral se supiera las lecciones y no le costara
estar en clase.
Era el primer día de instituto de
Coral y estaba muy ansiosa, pues nunca había ido a clase con humanos y no sabia
como iba a ser, se vistió como todas las mañanas con una camiseta básica de
tirantes, unos shorts vaqueros y unas Victoria del color de la camiseta. Aun no
se había acostumbrado a este tipo de ropa pues en Dulcinaria se vestía con
hermosos vestidos de seda y flores. Cogió su mochila de Roxy, metió los libros
que necesitaba ese día, y salió de casa.
Llegó unos minutos antes de que
sonara el timbre, miro la lista de nombres y allí estaba el suyo Coral Martínez
, ese era el nombre que tenia allí en la Tierra, mientras que en Dulcinaria era
Coral de los Mares del Norte, iba a la clase de 3ºC que estaba en el pabellón B
en la planta dos en la clase numero seis; y sonó el timbre. Ella tenia el
presentimiento de que ese día necesitaba llegar tarde mientras que su sentido
común le decía que el primer día era mejor llegar pronto.
Se dirigió hasta su clase y en la
puerta chocó contra un chico que también llegaba algo tarde.
Aarón se despertó temprano se
ducho se vistió y bajo a desayunar rápido como todos los días de instituto pero
hoy tenía que llegar mas pronto que otros días, pues era el primer día de clase
y tenia que llegar mas temprano para ver en que clase se encontraba, lo malo de
vivir al final del paseo de la Castellana era que el instituto mas próximo
estaba al final del Paseo De La Castellana y eso era mínimo media hora andando
así que debía de darse prisa para poder llegar pronto pues eran las siete y
cuarto y el quería llegar pronto. Llego asta la parada de metro y cuando fue a
sacar el billete se dio cuenta de que no tenia dinero, Aarón algo enfadado
consigo mismo por no haber comprobado antes de salir si tenia dinero volvió a
casa, cuando llego estaba ya montado en el metro solo quedaban apenas diez
minutos para que las clases empezaran, así que envió un Whas a Otón para que
mirara la lista y le dijera en que clase estaba, bajo del metro y le llego un
Whas de Otón en el que le decía que estaba en tercero C, y donde se encontraba
la clase; le dio las gracias, puso el móvil en silencio y entro por la puerta
del instituto y siguió las indicaciones de Otón para encontrar su nueva clase,
estaba tan inmerso en sus pensamientos que al entrar en clase se choco contra
una chica, cuando levanto la cabeza para pedirle perdón, se dio cuenta que era
la chica misteriosa que había visto aquel verano; se disculpo, entró y se
sentó, ya había llegado la profesora por lo que se llevo algo de bronca por
llegar tarde el primer día.